Leonardo Da Vinci y su buen hacer

El otro día cuando regresaba a España sentada en el avión, cogí una de estas revistas que no hacen más que ponernos las caras largas a cuanto fotografías de lugares de ensueño se refiere. Bien, entre una cosa  y otra cayó en mis manos un artículo que me pareció la mar de interesante sobre la historia de la servilleta. ¿A que nunca os lo habíais preguntado? Yo tampoco y eso que soy de protocolo.... :)

En fin, en el articulo se hacía referencia a Leonardo Da Vinci ya que aparte de ser un artista era un apasionado del mundo de la cocina y del saber estar y de ahí que escribiera una recopilación de recetas, notas de protocolo y modales denominado Codex Romanoff. Por ello, durante su larga estancia en el Palacio de  los Sforza en Milán donde convivía con el no muy aseado Ludovico Sforza, gobernador de la ciudad de Milán, se le ocurrió una idea para no tener que soportar sus malas formas en la mesa.

Obsesionado por el buen hacer y angustiado por ver cada día como los comensales se limpiaban las manos en los lomos de conejos que se colgaban con cintas a la mesa y observar con cara de asco como el gobernador Ludovico gustaba de limpiar los cubiertos en el mantel, dejó de un lado su vida artística para dedicarse a buscar una solución a esta fatalidad. No demoró mucho su inventiva y en el siguiente almuerzo que tuvo lugar, Leonardo ofreció a cada uno de los comensales un paño individual . Al no explicarles el por qué, pensando que era obvia su finalidad, el artista se quedó sastisfecho. Pero tal fue su sorpresa cuando vio que muchos de los presentes usaban la servilleta como pañuelo, otros se sentaban sobre ella e incluso hubo quién la utilizó para meter los restos de comida de su propio plato. Quedó perplejo y sin palabras. Al final del ágape, todo quedó como costumbre. Lleno de suciedad y porquería.

Esta primera puesta en escena de nuestra protagonista no tuvo mucho éxito pero al final se ha convertido en lo que es hoy, un símbolo de distinción, de buen gusto y por supuesto, de gran utilidad.

Siempre vuestra,

María Luján

Foto obtenida de www.wowqueboda.com