Ayer volví a ver una película que me cautivó la primera vez. Midnight in Paris de Woody Allen.
Sin duda un peliculón que me volvió a transportar a mi adorado París. Por fortuna tengo a mi tía (la mejor tía del mundo, os lo aseguro!) viviendo allí y claro, cuando puedo me escapo y gracias a ella conocí muchos lugares donde se rodó la película.
Hay dos en particular que os quiero transmitir y si tenéis la oportunidad de ir a la ciudad de la luz, por favor, no dejéis de visitarlos porque os encantará o al menos, os impactará!
El primero es La Maison Deyrolle. Una tienda especializada en venta de útiles de jardinería y decoración para las plantas. Cuando entré no me imaginaba lo que me iba a encontrar. Ya mi tía me dijo que subiera al segundo piso. ¡Qué no podía irme de allí sin visitarlo! Subí tranquilamente y para mi sorpresa me encontré una gran variedad de animales disecados expuestos a lo largo de toda la planta. Pero no os creáis que solo había animales pequeños. ¡¡¡De eso nada!!! Me topé con un tigre que me asustó, una pantera, una jirafa, un león y hasta un reno!! No os podéis imaginar la sensación que tuve. Parecía que estaba de safari en medio de París!
A Deyrolle fui antes de ver la película y por eso me impactó más. Dicen que a Woody Allen le pasó algo parecido cuando la visito y claro, que mejor forma de transmitir sus propias emociones vividas que a través de una película! Seáis o no amantes de los animales, merece la pena verlo. Os lo aseguro!
Está en la Rue du Bac, en el barrio nº7.
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| Las fotos no hacen justicia... |
El segundo lugar que os quería comentar es el restaurante elegido por el director para rodar unas secuencias. Se llama Restaurant Polidor, fundado en el 1845 y sede de grandes intelectuales de la época (Hemingway, Victor Hugo, Rimbaud...) Sigue intacto y cuando digo intacto es así pero tiene un alma este restaurante que no se puede comparar. Es muy conocido en Paris por ser de los más antiguos y por la calidad de sus platos. Está situado en el 41 de la rue Monsieur Le Prince y cuidado, no vayáis un domingo porque cierra!
Por cierto, no dejéis de ir al baño... No tiene desperdicio.
Bon voyage!!
Siempre vuestra,
María
A mí también me encantó la película. Recorrer esos lugares con tu tía, ésa que es la mejor del mundo, es un verdadero lujo.
ResponderEliminarGracias por recordármelo.
Marie-C Jacquart
Vaya una pareja, yo también quiero a una tía así, aunque no me puedo quejar ¡qué casualidad, ¡tengo una hermana...!!
ResponderEliminarHace unos cuatro años, yo también estuve comiendo puré de lentejas en el restaurant Polidor nos sentamos las cuatro que íbamos en aquél viaje, en dos mesas al entrar a la derecha, pegando al ventanal. Además de extraordinaria la comida el local tiene todo el sabor y color y el olor del París viejo. ¡Ah! es cierto, no dejéis de ir al baños.
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